La empresa señala que tampoco ha seleccionado una ubicación exacta para la planta. Sin embargo, si todo va según lo planeado, la planta podría lograr importantes avances para hacer que América del Norte sea más independiente de otras naciones y de las líneas de suministro internacionales utilizadas en la producción de automóviles eléctricos. Esto no sólo podría afectar el precio del cliente, lo que podría dar como resultado vehículos eléctricos menos costosos, sino que una cadena de suministro norteamericana anula los problemas que pueden ocurrir cuando o si surgen problemas geopolíticos.
Todavía queda mucho trabajo por hacer, considerando que la planta no está programada para abrir hasta dentro de tres años, pero es un paso en la dirección correcta. Los vehículos eléctricos son ciertamente viables desde el punto de vista de la capacidad pura, y la mayoría de los automóviles tienen una autonomía de batería aceptable. Dicho esto, si los fabricantes de automóviles no pueden conseguir los suministros necesarios para fabricar esas baterías, ni siquiera los mejores vehículos eléctricos llegarán muy lejos.