Desde fuera las diferencias son escasas. La silueta cuadrada del Clase G 2025 permanece, aunque la parrilla ahora es opcionalmente empotrada (además de estar iluminada alrededor de su borde). En comparación con la versión de gasolina, el capó está ligeramente elevado y los pasos de rueda traseros son un poco más ensanchados, con entradas de aire tipo cortina cortadas para ayudar con la aerodinámica. En la parte trasera, como alternativa a la rueda de repuesto, hay un nuevo Design Box opcional en la puerta de apertura lateral. En él se pueden colocar el cable de carga del G 580 u otros accesorios.
Esa puerta trasera también es donde está la insignia, y allí la Clase G eléctrica presenta no solo un nuevo vehículo eléctrico en la línea de Mercedes, sino también una estrategia de nomenclatura renovada, al evitar la rumoreada placa de identificación EQG para el SUV. Mientras que los modelos eléctricos actuales como el EQS y SALTAR mantendrán sus nombres por ahora, los futuros vehículos eléctricos se incluirán en la nomenclatura de productos tradicional del fabricante de automóviles y se distinguirán con su tecnología de transmisión etiquetada al final de ella. Así, una futura berlina eléctrica de lujo podría ser la «Clase S con tecnología EQ».
En el interior, se conservan características familiares del renovado G-Wagon de gasolina. Eso significa dos pantallas de tablero de 12,3 pulgadas, el sistema de información y entretenimiento MBUX de Mercedes con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, cuero Nappa estándar, portavasos con clima controlado, iluminación ambiental y un sistema de sonido envolvente 3D Burmester. Los controles de la transmisión todoterreno en forma de palanquilla siguen ocupando un lugar destacado, aunque en el G 580 su función ha cambiado ligeramente.