Un par de configuraciones relacionadas con el mouse podrían ayudarlo a mejorar su rendimiento y solucionar el problema, la primera de las cuales es la velocidad y sensibilidad del mouse. Una actualización de Windows o un restablecimiento completo podrían haber restaurado la configuración predeterminada del mouse, lo que podría parecer un gran paso atrás. Simplemente diríjase a Buscar, escriba y seleccione Configuración del mouse, y elija la velocidad deseada del puntero del mouse y las líneas para desplazarse a la vez. También debes desactivar el desplazamiento inactivo de Windows, que es una característica útil, pero que podría provocar que el mouse se retrase. Intente apagarlo para ver si el retraso desaparece.
También debes desactivar la aceleración del mouse. Si bien está diseñada para mover el puntero más con movimientos rápidos, la función podría hacer que el puntero parezca un poco lento, especialmente en modelos más antiguos. Para desactivar la función:
- Vaya a Configuración del mouse.
- Seleccione Configuración adicional del mouse.
- Navegue hasta Opciones de puntero.
- En Seleccionar una velocidad del puntero, desmarque la opción Mejorar la precisión del puntero.
También puede intentar personalizar la velocidad de desplazamiento en el menú Propiedades del mouse. Para hacerlo, dirígete a la pestaña Rueda y configura el contador en La siguiente cantidad de líneas a la vez según tu preferencia. Lo último que puedes intentar es comprobar la configuración del panel táctil. Si estás usando Windows 10, dirígete al menú del panel táctil y cambia la configuración de retraso a Sin retraso (siempre activado).