Si bien el lanzamiento de Kairos puede haber parecido un desastre a los espectadores, el presidente Toyoda señaló que no es el final del camino para Space One. «No utilizamos la palabra ‘fracaso’ porque cada ensayo nos aporta… nuevos datos y experiencia para otro desafío», afirmó Toyoda en declaraciones a la prensa.
Un lanzamiento fallido de un cohete es normal cuando una startup espacial está encontrando su lugar. SpaceX de Elon Musk, por ejemplo, ha tenido una buena cantidad de explosiones de cohetes: sus primeros tres lanzamientos terminaron con nubes de humo y cambió la empresa para siempre. Incluso después de siete años de éxito, SpaceX experimentó otro lanzamiento fallido con el CRS-7. Estos contratiempos son costosos, pero esenciales como experimentos cuando la teoría sólo puede llevarte hasta cierto punto.
La explosión de Kairos es especialmente perdonable teniendo en cuenta que Space One, fundada en 2018, todavía está en su relativa infancia. Dicho esto, tendrá que trabajar duro para alcanzar su ambicioso objetivo de 20 lanzamientos de cohetes al año para finales de la década.
Space One no es la única empresa japonesa en el negocio del «mensajería espacial». El gobierno japonés ha prometido apoyar a las nuevas empresas espaciales para contrarrestar a países vecinos como China con sus propios satélites. El gobierno también patrocina a la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), que ha compartido planes para un vehículo lunar. Al igual que su competencia, también se ha visto retrasado por un lanzamiento explosivo, pero sigue avanzando.