Escala de flujo ha anunciado su último controlador SSD en lo que podría ser un paso adelante significativo para la empresa.
El SFX 5016, el sucesor del SFX 3016, incorpora varios avances de diseño, incluida una actualización de PCIe 4.0 a PCIe 5.0, que duplica la velocidad y el ancho de banda de la interfaz del host.
El nuevo controlador ha sido diseñado para admitir una capacidad de almacenamiento máxima de hasta 256 TB, un volumen que JB Baker, vicepresidente de productos de ScaleFlux, cree que se puede lograr antes de lo esperado, aprovechando la tecnología de cinta.
Llegan unidades de 256TBe
Alcanzar los 256 TB es un gran objetivo para los fabricantes de SSD y tiene algunos obstáculos difíciles que superar. Para empezar, el espacio físico, determinado por el tamaño y el factor de forma del SSD, dicta cuántos componentes NAND puede acomodar. La densidad de estos componentes también influye: densidades más altas proporcionan más capacidad de almacenamiento. La capacidad general del SSD puede verse limitada por la capacidad del controlador para manejar una cierta cantidad de chips NAND y administrarlos de manera efectiva. Además, los SSD mantienen un «mapa lógico a físico» para rastrear cada byte de datos almacenados, generalmente en DRAM para un rendimiento consistente en los SSD empresariales. La cantidad de DRAM que cabe en la unidad puede limitar aún más la capacidad máxima de la unidad.
Por todas esas razones, es probable que no veamos llegar una unidad de capacidad física de 256 TB hasta 2026 como muy pronto, y se espera que el precio sea de alrededor de $ 25,000 cada una. Pero hay una solución que está más cerca. Baker dice que «un motor de compresión de 256T efectivo podría llegar en 2025 y costar una fracción del precio».
Si bien ofrecer un SSD de 256 TB por delante de la competencia y a un precio más bajo suena genial, el método para lograrlo no está exento de controversia.
La compresión transparente, una característica incluida en el SFX 5016 y trasladada del SFX 3016, es un truco popular tomado de la tecnología de cinta que permite que un SSD almacene más datos que su capacidad física comprimiéndolos. Como explica Baker, “una SSD de 3,84 TB puede almacenar 7,68 TB de datos comprimibles 2:1 para una ‘capacidad efectiva’. Los proveedores de matrices de almacenamiento ofrecen la capacidad ‘TBe’ (Terabyte efectivo) en función del logro de una determinada relación de compresión de datos”.
Aunque no hay un cronograma firme para ello, si Baker tiene razón, es posible que comencemos a ver las primeras unidades de 256 TBe a fines del próximo año.