A la hora de comprar dispositivos de segunda mano, siempre es una buena idea realizar algunas comprobaciones adicionales antes de la compra, especialmente si no conoces personalmente a la persona que los vende. A diferencia de los iPads que vienen directamente de la tienda, es posible que los iPads usados ya no tengan garantía, por lo que tendrás menos protección si se rompe. Además, puede resultar complicado reparar tu iPad si es un modelo muy antiguo.
Hay algunas cosas que puede hacer para compensar estos problemas. Si no te sientes seguro de reunirte en persona, puedes pedirle al vendedor que realice una videollamada donde te ayudará a inspeccionar el dispositivo. Esto no solo te ayuda a saber si tienen el dispositivo a mano (y no solo le robaron fotos a otra persona), sino que también te ayuda a asegurarte de que sea el modelo de iPad correcto que estás buscando. Además, puede pedirles que le muestren que el puerto de carga está funcionando, que la pantalla no está rota ni dañada y que los botones siguen funcionando.
Alternativamente, si no puede permitirse el lujo de pagar por un iPad nuevo, puede considerar adquirir un modelo reacondicionado de Apple o de un minorista autorizado. Con un modelo reacondicionado autorizado, generalmente existen medidas de control de calidad más estrictas que las de los vendedores externos y, a menudo, vienen con garantías de reparación y reemplazo.