Además de cerrar las brechas de seguridad, las actualizaciones mensuales de Windows se utilizan especialmente para solucionar errores y problemas que han surgido mientras tanto. En la práctica, sin embargo, no es raro que las actualizaciones causen nuevos problemas.
Hay muchas razones para esto, que van desde errores en el control de calidad hasta el hecho de que, a diferencia de las computadoras Apple, el software y el hardware utilizados en los sistemas Windows son extremadamente heterogéneos.
Es por eso que Microsoft introdujo el llamado Known Issue Rollback (KIR) hace tres años. Si resulta que una actualización instalada está causando problemas en una gran cantidad de computadoras, Microsoft envía una actualización KIR posteriormente.
Esto restaura los sistemas Windows afectados al estado en el que se encontraban antes de la actualización defectuosa o distribuye inmediatamente una versión de actualización corregida. No es necesario realizar ninguna acción, ya que el problema se soluciona automáticamente mediante la actualización de Windows. La reversión de KIR solo se usa para errores no relacionados con la seguridad, no para actualizaciones para cerrar brechas de seguridad.
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En principio, las actualizaciones de Windows también se pueden desinstalar manualmente a través de la aplicación Configuración: Para Windows 10 a través de Actualización y seguridad > Windows Update > Mostrar historial de actualizaciones > Desinstalar actualizaciones. Para Windows 11, esto se hace a través de Windows Update > Historial de actualizaciones > Desinstalar actualizaciones. Sin embargo, esta opción no está disponible para todas las actualizaciones.
También existe la opción básica de no instalar actualizaciones para el sistema operativo inmediatamente, sino esperar unos días. Esto al menos evitará que se vea afectado por problemas generalizados de actualización. En tales casos, lo ideal sería que Microsoft ya hubiera rectificado el error mediante una reversión de un problema conocido antes de que lo encontrara.
En Windows 10, la actualización de Windows se puede posponer una semana (“Pausa de actualización durante 7 días”) o hasta una fecha específica a través de “Opciones avanzadas”. En Windows 11, la función se llama «Suspender actualizaciones». Es particularmente útil pausar las actualizaciones si depende urgentemente de su computadora en los días siguientes y no puede permitirse ningún problema de actualización.
Este artículo fue traducido del alemán al inglés y apareció originalmente en pcwelt.de.