A lo largo de los años, ha habido algunos intentos de encontrar tipos de combustible alternativos para motocicletas, incluido el diésel y el metanol en motos pesadas y de carreras, pero uno de los más destacados es el etanol. En la década de 1970, en respuesta al creciente costo de la gasolina, el combustible de etanol surgió como una alternativa atractiva. Dado que el etanol proviene de fuentes fácilmente disponibles como el maíz, se considera una alternativa más ecológica a la gasolina sin plomo. Incluso hay experimentos en curso para convertir la contaminación por hidrógeno y dióxido de carbono en etanol como combustible.
Las gasolineras suelen tener una mezcla de etanol y gasolina disponible por aproximadamente el mismo coste que la regular o menos. Sin embargo, a menos que su motocicleta haya sido construida específicamente desde cero para acomodar adecuadamente el combustible de etanol, es probable que obtenga un rendimiento deficiente. A diferencia de la gasolina normal, el etanol puede absorber la humedad ambiental del aire. El etanol unido al agua eventualmente se separará y se depositará en el fondo del tanque, lo que reducirá drásticamente el octanaje del combustible.
Se supone que el etanol produce menos emisiones que la gasolina, aunque éste sigue siendo un tema muy controvertido. Dicho esto, su presencia puede mejorar el rendimiento del motor, razón por la cual algunos combustibles premium lo contienen en pequeñas cantidades para aumentar el octanaje. La desventaja de una mezcla mayoritaria de etanol son reparaciones y reemplazos más frecuentes de su bicicleta. A menos que conduzcas una motocicleta diseñada para aceptar combustible de etanol exclusivamente, probablemente sea mejor seguir con gasolina sin plomo.