La generación anterior de conectividad 802.11, Wi-Fi 5, se introdujo en 2013 y tuvo una amplia adopción al año siguiente. Funciona con el estándar 802.11ac y ofrece velocidades de hasta 3,5 gigabits por segundo (Gbps). Cuando se lanzó, nuestras vidas se centraban cada vez más en Internet, por lo que ofreció un salto enorme en velocidad para dar cabida a consolas de juegos, televisores inteligentes y todos los demás dispositivos que se estaban volviendo comunes en ese momento.
Wi-Fi 6, por el contrario, se introdujo en 2019. Funciona con el estándar inalámbrico 802.11ax y ofrece velocidades de hasta 9,6 Gbps. Cuando se lanzó, el Internet de las cosas ya había llegado, por lo que se hizo mayor hincapié en admitir modos multiusuario para adaptarse a diferentes dispositivos inteligentes. Además, admitía las bandas de frecuencia de 2,4 GHz y 5 GHz. Fue un gran salto adelante con respecto a la generación anterior.
Realmente no hay razón para comprar un enrutador Wi-Fi 5 en estos días, ya que Wi-Fi 6 y las necesidades de un hogar conectado a Internet en rápida evolución lo han vuelto esencialmente obsoleto. Mientras tanto, con Wi-Fi 6E ya disponible y Wi-Fi 7 comenzando a ingresar al mercado, Wi-Fi 6 también comienza a quedarse atrás.