Puede haber nuevas esperanzas para las personas con vecinos ruidosos. Los científicos del MIT han desarrollado un método que utiliza finas láminas de tela para cancelar o bloquear el sonido; en el último caso, la raqueta incluso se refleja en su creador.
Construyendo sobre un estudio previo del MIT En el que láminas de tela se convertían en micrófonos, este último proyecto las convierte en altavoces. Esto se logra tomando una fina lámina de tela (la seda funciona mejor) y adhiriendo una única fibra piezoeléctrica a su superficie. Esa fibra corre verticalmente por el centro de la lámina, que tiene solo 0,13 mm de espesor.
Los materiales piezoeléctricos se deforman cuando una corriente eléctrica los atraviesa. Cuando esa corriente fluctúa rápidamente, la fibra se mueve rápidamente hacia adelante y hacia atrás entre su estado predeterminado y deformado, produciendo vibraciones que viajan a través de la lámina de material. Esas vibraciones, a su vez, desplazan el aire para producir ondas sonoras, como un altavoz.
Si las ondas sonoras de la tela se hacen deliberadamente desfasadas con las ondas sonoras ofensivas, cancelan esas otras ondas; los auriculares con cancelación de ruido funcionan de la misma manera. En pruebas de laboratorio, un cuadrado de seda de 8 x 8 cm (3,15 x 3,15 pulgadas) pudo emitir hasta 70 decibelios de sonido, reduciendo los sonidos ofensivos hasta en 37 dB.
Dicho esto, esta técnica es más efectiva en espacios bastante pequeños, no en ambientes más grandes como los dormitorios. Ahí es donde entra la otra técnica.
En lugar de mover la tela lo suficiente como para producir ondas sonoras, la fibra piezoeléctrica se puede utilizar para simplemente mantener el material quieto, evitando que vibre en sincronía con las ondas sonoras ofensivas que golpean su superficie. Por lo tanto, si se colgara una lámina del material en la pared de un dormitorio, gran parte del sonido ofensivo que vibraba a través de esa pared no podría atravesar la tela.
Cuando se probó en el laboratorio, se descubrió que esta técnica reducía las vibraciones en la seda hasta en un 95%, lo que resultaba en una reducción del 75% en el sonido transmitido. Los científicos se sorprendieron al descubrir que la tecnología también aumentaba la capacidad del tejido para reflejar el sonido (de vuelta al lugar de donde procedía) hasta en un 68%.
«Si bien podemos usar telas para crear sonido, ya hay mucho ruido en nuestro mundo. Pensamos que crear silencio podría ser aún más valioso», dice la autora principal del estudio, la estudiante de doctorado Grace (Noel) Yang.
Recientemente se publicó en la revista un artículo sobre la investigación, en la que también participaron científicos de la Universidad Case Western, la Universidad de Wisconsin en Madison y la Escuela de Diseño de Rhode Island. Materiales avanzados.
Fuente: CON