El experimento fue defecto. Nelly Ben Hayoun-Stépanian estaba en una cueva en España, diseñada para parecerse a la superficie de un planeta extranjero, y supo que era hora de salir. El objetivo era probar cómo tres personas (Ben Hayoun-Stépanian y dos de sus dobles) formarían una nueva sociedad en el espacio utilizando sus perspectivas como personas cuyas vidas se han visto afectadas por la colonización aquí en la Tierra.
“Mis dobles sólo se quedaron conmigo dos noches y luego se fueron porque tuvimos que abortar la misión”, dice Ben Hayoun-Stépanian. «Hubo toda una situación dramática».
Si quieres saber exactamente cuál fue el drama, tendrás que ver el nuevo documental de Ben Hayoun-Stépanian. doble³, que se estrena este fin de semana en South by Southwest en Austin, Texas. Basta decir que incluso si el experimento no salió según lo planeado, demostró su punto: la búsqueda de la humanidad para explorar el espacio necesita el aporte de personas que no sean millonarias ni líderes de agencias espaciales gubernamentales.
Cuando no está haciendo películas, Ben Hayoun-Stépanian es artista y “diseñador de experiencias” del Instituto SETI. Uno de sus objetivos es aportar “perspectivas ecofeministas queer” a los viajes espaciales, y con doble³ quería mostrarle a gente como Elon Musk y Jeff Bezos, los que buscan comercializar viajes espaciales—Qué significa colonizar el cosmos.
«Es un llamado a la acción, un llamado al público para que se apropie de estos futuros», dice Ben Hayoun-Stépanian sobre la película, «porque si no lo haces, otras personas lo harán por ti».
El método de Ben Hayoun-Stépanian para incorporar estas voces es doble. Por un lado, dedica una buena parte del documental a hablar con expertos (el científico planetario Christopher McKay, el físico Michio Kaku, entre otros) sobre el trauma, la exploración espacial y los seres paralelos. Por el otro, confía en sus dobles: Lucia Kagramanyan y Myriam Amroun, dos personas que comparten los antecedentes de Ben Hayoun-Stépanian pero no sus experiencias vividas.