Alrededor de 1.600 científicos y sus familias llegaron a Estados Unidos a través de la Operación Paperclip. El programa pretendía promover el desarrollo de la tecnología de cohetes sin permitir que los soviéticos obtuvieran acceso, y tuvo un gran éxito. Von Braun y muchos otros llegaron a Estados Unidos y se convirtieron en ciudadanos mientras trabajaban para establecer los fundamentos del programa estadounidense de cohetes. Esto impulsó significativamente los avances tecnológicos estadounidenses en este campo más allá de lo que era posible en ese momento.
La Operación Paperclip fue y sigue siendo controvertida, ya que en ella participaron personas que apoyaban activamente a los nazis y al ejército alemán en el bombardeo de ciudades civiles. Además de eso, las instalaciones que fabricaban cohetes V-2 utilizaban una gran fuerza de trabajadores esclavos. Alrededor de 60.000 prisioneros de guerra, judíos, romaníes y alemanes esclavizados trabajaron duro en la construcción del V-2. Pese a ello, los científicos involucrados y encargados de esas instalaciones fueron bienvenidos en EE.UU. para facilitar las exigencias de la Carrera Espacial.
El V-2 era un arma de guerra, pero en esencia, El V-2 supuso un gran avance en tecnología.. Von Braun se convirtió en director del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA y estuvo en el centro del desarrollo de un cohete en particular: el Saturn V. El Saturn V fue construido desde cero con un propósito: enviar astronautas a la Luna. El desarrollo comenzó en la década de 1960 y, en 1967, despegó el primer Saturn V. Dos años más tarde, el cohete llevó a Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins a la Luna, y no habría sido posible sin el V-2.