Cuando se trata del tratamiento de la enfermedad de Parkinson grave, la estimulación cerebral profunda eléctrica (ECP) es una técnica de uso común. Sin embargo, tiene algunos inconvenientes graves, razón por la cual los científicos ahora están buscando pequeños imanes activados de forma inalámbrica.
Para que se pueda realizar DBS en un paciente, los electrodos deben implantarse quirúrgicamente en la región del núcleo subtalámico (STN) de su cerebro, luego conectarse a una batería/unidad de control similar a un marcapasos implantada debajo de la piel de su pecho. Esos electrodos proceden a activar periódicamente las células nerviosas STN, reduciendo los síntomas motores del Parkinson como temblores, rigidez y movimientos involuntarios.
El procedimiento de implantación no sólo es bastante invasivo, sino que los electrodos no son lo suficientemente pequeños como para no afectar a nada. pero las células STN, pueden producirse efectos secundarios como daño al tejido cerebral. Por estas razones, la estimulación cerebral profunda generalmente se reserva para la enfermedad de Parkinson en etapa avanzada y/o resistente al tratamiento.
Buscando una alternativa más amable y gentil, investigadores de la Universidad Yonsei de Corea crearon imanes minúsculos etiquetados con anticuerpos. Los dispositivos se conocen como actuadores de fuerza magnética a nanoescala o m-Torquers.
Estos m-Torquers se inyectaron en el núcleo subtalámico de ratones con enfermedad de Parkinson en etapa temprana y tardía. Debido al hecho de que los anticuerpos se seleccionaron porque se adhieren específicamente a la superficie de las células STN, los m-Torquers solo se adhirieron a esas células, dejando a todas las demás en paz.
Además, algunas de las células STN habían sido previamente diseñadas genéticamente para activarse cuando se retuercen. Este efecto de torsión se logró exponiendo el núcleo subtalámico a un campo magnético giratorio débil aplicado externamente. Al hacerlo, todos los m-Torquers giraron hacia adelante y hacia atrás, girando sus respectivas celdas STN en el proceso.
En pruebas de laboratorio, los ratones que recibieron el tratamiento mostraron una mejora doble en la actividad locomotora y el equilibrio motor, en comparación con un grupo de control no tratado de ratones afectados por Parkinson. Es más, no se observó ningún daño significativo en el tejido cerebral y el efecto terapéutico persistió durante algún tiempo después de finalizar el tratamiento.
Recientemente se publicó en la revista un artículo sobre la investigación, dirigida por Minsuk Kwak y Jinwoo Cheon. Nano letras.
Fuente: sociedad Química Americana