Si decide seguir adelante con un panel solar, no puede simplemente instalarlo y olvidarse de él. El mantenimiento siempre es un problema, especialmente al principio, y al igual que las luces navideñas, los paneles solares son mucho más fáciles de manejar si puedes alcanzarlos fácilmente. Puede resultar complicado tener que subir al tejado cada vez que hay un problema con el sistema. Si una pieza como un microinversor tiene problemas, quitar los paneles para acceder a los componentes que se encuentran debajo será más difícil desde lo alto de un techo inclinado. Lo mismo ocurre con los problemas de limpieza continuos, como eliminar la nieve, el polvo o cualquier otro residuo que llegue al delicado panel solar.
Todo lo anterior es mucho más fácil de hacer cuando estás parado de forma segura en el suelo y simplemente necesitas inclinarte en lugar de subir una escalera. Eso tiende a entrar en nuestro proceso de toma de decisiones además de sopesar los costos, la conveniencia, la ubicación y los ahorros a largo plazo.
Ya sea que los paneles solares se coloquen en el techo o en el suelo, una configuración no es intrínsecamente mejor que la otra. Todo depende del tamaño y la naturaleza de su propiedad, las necesidades de eficiencia energética y el presupuesto. Sin embargo, considerar estos factores le ayudará a evitar un momento en el que esté mirando un panel solar recién instalado y deseando haberlo colocado en otro lugar.