Los paneles de silicio amorfo son anteriores a todos los demás paneles de película delgada y se han utilizado durante décadas en pequeños aparatos electrónicos como calculadoras y relojes que funcionan con energía solar. Además, todavía se pueden encontrar en muchos dispositivos modernos, como luces exteriores que funcionan con energía solar, y esas siempre presentes calculadoras.
Estos paneles son básicamente una fina capa de silicio esparcida sobre otra superficie como plástico, vidrio o metal, mientras que su flexibilidad los hace más difíciles de romper físicamente. Las condiciones de poca luz tampoco obstaculizan mucho el rendimiento de los paneles a-Si, y también son los menos costosos de producir de los cuatro tipos principales de paneles de película delgada. Lo que las convierte en la opción más barata (en función del costo por panel), aunque no necesariamente la mejor o la más asequible en general.
Por otro lado, la eficiencia general de los paneles a-Si no es muy buena, alrededor del 6-8%. Esa baja eficiencia también disminuye con el tiempo, y los niveles a menudo caen tan pronto como se instalan en cualquier dispositivo para el que estén destinados. Tampoco suelen durar tanto como otros tipos de paneles.