En el centro del argumento de la FTC se encuentra la aparente contradicción entre las garantías anteriores de Microsoft y sus acciones recientes. Durante el proceso inicial de revisión de la fusión, Microsoft dijo a los tribunales que Microsoft y Activision Blizzard operarían como entidades separadas después de la fusión. El gigante tecnológico también había prometido al tribunal que mantendría el status quo previo a la fusión.
Sin embargo, la reciente decisión de Microsoft de eliminar más de 1.900 puestos de trabajo en su división de videojuegos también incluyó a los empleados de Activision. La FTC sostiene que si Activision hubiera sido verdaderamente independiente como afirmó inicialmente Microsoft, estos despidos en Activision nunca habrían ocurrido.
Vale la pena señalar que los recortes de empleo en Activision Blizzard abarcaron varios equipos, incluidas las divisiones de deportes electrónicos de Blizzard y el estudio subsidiario Toys for Bob. También se vieron afectados los empleados asociados con el juego de supervivencia inédito de Blizzard, cuyo nombre en código es Odyssey. Microsoft defendió sus acciones y afirmó que los despidos eran parte de un «plan de ejecución» para reducir «áreas de superposición» entre Microsoft y Activision.
El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito está deliberando actualmente sobre la apelación de la FTC, y las cosas podrían tomar un giro interesante si falla a favor de la FTC.