Los líderes ven el NDIS como una “visión estratégica de lo que necesitamos para satisfacer las necesidades de nuestros combatientes”. La política, que irá acompañada de planes de implementación clasificados y no clasificados en febrero y marzo respectivamente, servirá como estrategia para los próximos tres a cinco años. Los líderes emplearán métricas para medir el progreso de la implementación del NDIS.
Con respecto a fomentar la resiliencia de la cadena de suministro, el Departamento de Defensa tiene la intención de “incentivar a la industria a mejorar la resiliencia invirtiendo en capacidad adicional; gestionar la planificación de inventarios y existencias para disminuir el riesgo a corto plazo; continuar y ampliar el apoyo a la producción nacional; impulsar la inversión en la base industrial orgánica y aceleradores de producción; diversificar la base de proveedores e invertir en nuevos métodos de producción; aprovechar el análisis de datos para mejorar la visibilidad de subniveles para identificar y minimizar los riesgos estratégicos de la cadena de suministro y gestionar las interrupciones de manera proactiva; involucrar a aliados y socios para expandir la producción de defensa global y aumentar la resiliencia de la cadena de suministro; y mejorar el proceso de Ventas Militares Extranjeras”, según la política.
Para mejorar la fuerza laboral, el Departamento de Defensa se ha fijado altos objetivos de aumentar el acceso a programas de aprendizaje y pasantías, reducir la «estigmatización negativa de las carreras industriales y aumentar la contratación de personal de comunidades no tradicionales».
Además, el departamento tiene la intención de mejorar su arduo proceso de adquisición, centrándose más en solicitar soluciones comerciales listas para usar, o COTS, y un proceso de adquisición más «flexible».
“Para abordar esta prioridad, el Departamento de Defensa trabajará para ampliar los estándares y la interoperabilidad de la plataforma; fortalecer los requisitos para frenar el «desplazamiento del alcance»; priorizar las adquisiciones disponibles cuando corresponda y sea razonable; aumentar el acceso del Departamento de Defensa a la propiedad intelectual y los derechos de datos para mejorar la adquisición y el mantenimiento; considerar un mayor uso y reforma política de las estrategias de contratación; seguir apoyando la reforma de las adquisiciones; y actualizar las autoridades de movilización industrial y la planificación para garantizar la preparación”.
En general, el ejército busca incorporar una selección “más amplia” de empresas que puedan brindar servicios y capacidades más rápidamente, a un costo reducido y a escala.
«La adquisición flexible conducirá al desarrollo de estrategias que busquen capacidades dinámicas y al mismo tiempo equilibren la eficiencia, la mantenibilidad, la personalización y la estandarización en plataformas de defensa y sistemas de soporte», afirma la política. «Las estrategias de adquisición flexibles darían como resultado tiempos de desarrollo reducidos, costos reducidos y una mayor escalabilidad».
Por último, el Departamento de Defensa busca crear disuasión económica, mejorar los acuerdos de seguridad económica, fortalecer las alianzas y fortalecer la aplicación de medidas contra la propiedad adversaria, entre otros objetivos. «Como resultado de una disuasión económica eficaz, el temor a una reducción material del acceso a los mercados estadounidenses sembrará dudas en la mente de los agresores potenciales», afirma la política.