Sorprendentemente, la cámara de lanzamiento compleja y poco convencional, y todo lo que implica hacerla funcional, es potencialmente una gran mejora en el precio de poner una carga útil en órbita. El sistema de lanzamiento eléctrico ahorra enormemente en la necesidad de combustible para cohetes, lo que resulta doblemente útil. El combustible en sí es caro y a menudo requiere temperaturas extremadamente frías, lo que dificulta su uso. Además, el peso del combustible en un cohete tradicional debe elevarse del suelo quemando aún más combustible, lo que añade aún más peso, y así sucesivamente. SpinLaunch evita en gran medida este problema.
La correa giratoria eléctrica puede recuperar parte de su energía después de liberar su carga útil mediante el uso de frenado regenerativo. Al tener muchas cápsulas idénticas y reutilizables, SpinLaunch prevé una capacidad de 5 a 10 lanzamientos por día con un precio de sólo 250.000 dólares por vuelo.
Puede parecer mucho, pero según NASA, lanzar el transbordador espacial a la órbita terrestre baja cuesta 54.500 dólares por kilogramo, y el Falcon 9 de SpaceX cuesta 2.720 dólares por kg. A 250.000 dólares por lanzamiento y una capacidad de carga útil de 200 kg, eso es sólo 1.250 dólares/kg, o menos de la mitad de la tarifa competitiva actual. ¿La única desventaja? Debido a las tremendas fuerzas, este no es un sistema hecho para humanos. SpinLaunch tiene un potencial increíble para ayudar a comercializar aún más el espacio, pero no atenderán a turistas espaciales en cualquier momento.