De manera similar, las decisiones comerciales o de recursos, que a menudo se toman fuera del ámbito del equipo de ciberseguridad, a veces conducen a vulnerabilidades o compromisos. Aceptar la responsabilidad en tales escenarios es parte de nuestro trabajo, pero no lo hace menos desafiante. Requiere un delicado equilibrio entre mantener una postura de seguridad sólida y al mismo tiempo afrontar las complejidades de la dinámica organizacional.
Al compartir estas vulnerabilidades, abrimos una ventana a los aspectos menos discutidos de nuestro papel. Es en estos momentos de adversidad cuando realmente se ponen a prueba la fuerza y la resiliencia de un CISO. El camino que recorremos no se trata sólo de experiencia técnica o planificación estratégica; también se trata de gestionar el costo emocional y mental que conlleva el territorio.
Pasos a considerar cuando el CISO no está bien
Es posible que le pregunten si se encuentra bien y su única opción sincera ese día es decir «no». Cuando la carga del rol comienza a parecer demasiado difícil de soportar, hay algunos caminos que puedes tomar:
- Pedir ayuda: vea si los miembros de su equipo pueden quitarle de encima las tareas más mundanas mientras usted se concentra en los elementos más urgentes que tiene entre manos.
- Tómese días de salud mental o reserve tiempo libre remunerado: Incluso si no tienes nada planeado, los días para desconectarte y reiniciar pueden ser invaluables para evitar el agotamiento. Si no puede tomarse el tiempo inmediatamente debido a una crisis de seguridad, prepárese para solicitarlo lo antes posible.
- Habla con alguien: Ya sea su familia, sus amigos, sus compañeros de la comunidad CISO o un terapeuta. No es ninguna vergüenza pedir consejo o apoyo, recibir ayuda para compartimentar o simplemente desahogarse para calmar la mente.
- Evalúe el presupuesto de su departamento: Esto es complicado debido a las limitaciones monetarias, pero vea si hay espacio para contratar soporte o invertir en herramientas de seguridad automatizadas que puedan quitarle trabajo a usted y a su equipo, permitiéndole priorizar tareas más complejas.
En última instancia, es importante recordar “esto también pasará” y encontrar formas de aliviar el estrés siempre que sea posible.
Puede que no siempre lo digamos, pero en su mayor parte sí, estamos bien. Estamos más que bien; Estamos comprometidos, somos resilientes y estamos orgullosos del papel fundamental que desempeñamos en la configuración de un futuro digital seguro.