No es ningún secreto que Elon Musk cree que la llamada «cultura del despertar» es problemática. Ha hecho innumerables declaraciones públicas sobre el tema y, en términos muy claros, ha dejado claro que cree que esta mentalidad política es tóxica. El 22 de febrero, tras el lanzamiento de Gemini, Musk tuiteó: «El virus de la mente despierta está matando a la civilización occidental. Google hace lo mismo con sus resultados de búsqueda. Facebook e Instagram también. Y Wikipedia». Insinuó que lanzará su propia alternativa a Gmail y hay un rumor persistente sobre él creando su propio motor de búsqueda.
Musk ha añadido varios cargos nuevos a la lista en los últimos días: ha acusado a Gemini de ser racista y sexista y también afirmó que habló por teléfono con un ejecutivo de Google que le dijo que tardaría unos meses en arreglarlo. En un tweet que relata la supuesta conversación, Musk afirma que su respuesta fue «que dudaba que la burbuja burocrática despierta de Google le *permitiera* arreglarlo». También declaró: «A menos que los que causaron esto salgan de Google, nada cambiará, excepto hacer que el sesgo sea menos obvio y más pernicioso».
Sus otras publicaciones sobre el tema también se han vuelto cada vez más alarmistas. Compartió un meme con el título «¿Cuál es la diferencia entre una teoría de la conspiración y la verdad? Unos 6 meses», y ha afirmado que «toda nuestra civilización está en juego». Sin embargo, no parece ser sólo Google a quien persigue. También se quejó recientemente de que Windows exige que los usuarios creen una cuenta de Microsoft cuando configuran una nueva PC y sugirió que esto le daría a la IA de la compañía acceso a su computadora.