Para aquellos que no lo recuerdan, la adquisición de Twitter por parte de Musk fue un poco desordenada. Después de su oferta inicial, que muchos consideran que sobrevaloró dramáticamente la plataforma, Musk intentó acabar con el acuerdo de Twitter. Luego, los ejecutivos de la compañía presionaron legalmente al multimillonario para que cumpliera con su oferta hasta que finalmente dio un giro y acordó comprar Twitter a su precio original. Luego despidió a muchos de los mismos ejecutivos que dirigían la empresa cuando ésta presionó a Musk para que la comprara, alegando negligencia grave y mala conducta intencionada.
Según el WSJ, los ejecutivos despedidos de Twitter dicen que estos cargos no tienen fundamento y ahora están demandando colectivamente a Musk por más de 128 millones de dólares. El artículo cita al grupo, que afirma: «Ésta es la estrategia de Musk: quedarse con el dinero que debe a otras personas y obligarlas a demandarlo. Incluso en caso de derrota, Musk puede imponer demoras, molestias y gastos a otros menos capaces de hacerlo». pagarlo.»
Estas personas han argumentado que ninguna de las razones presentadas por Musk es sustentable y que despedir ejecutivos sin su indemnización contractual sienta un mal precedente, ya que sin indemnización, generalmente no hay razón para que permanezcan durante una transición que probablemente termine en su terminación.