Si somos lo que comemos, cada vez hay más pruebas que ayudan a explicar cómo se encuentran los nanoplásticos y microplásticos en nuestra sangre, nuestros intestinos y algunos de nuestros órganos.
Dos nuevos estudios publicados esta semana arrojan más luz, y de manera alarmante, sobre todas las pequeñas partículas de plástico que la gente consume todos los días.
Un litro de agua embotellada puede contener casi un cuarto de millón de piezas de las partículas más pequeñas de plástico. Los científicos han descubierto que estas partículas nanoplásticas son tan pequeñas que algunas pasan a través de los intestinos y los pulmones o llegan a la sangre humana y al líquido placentario. El estudio sobre el agua embotellada, realizado por investigadores de las universidades de Columbia y Rutgers, fue publicado Lunes en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
También publicado El lunes, en la revista Environmental Pollution, apareció un artículo de científicos de la Universidad de Toronto y Ocean Conservancy, que encontró que casi el 90 por ciento de los 16 tipos diferentes de proteínas comúnmente consumidas por las personas, incluidos mariscos, pollo y carne de res, e incluso plantas Las alternativas a la carne a base de carne, como el tofu y las hamburguesas vegetarianas, contienen microplásticos.
Los científicos estimaron que los estadounidenses consumen hasta 3,8 millones de partículas de microplásticos al año sólo a partir de proteínas.
«Nuestro mensaje es que no se puede esconder», dijo George Leonard, coautor del artículo sobre Contaminación Ambiental y científico jefe de Ocean Conservancy, una organización ambiental sin fines de lucro. «Necesitamos saber más sobre esto, claramente», y las implicaciones para la salud, dijo. “No hay ninguna posibilidad de que la exposición a los plásticos sea buena para usted. La pregunta es, ¿cuál es la magnitud del riesgo y cómo minimizarlo?”
Los dos estudios se suman a un cuerpo global de investigación científica que ha documentado la ubicuidad de los micro y nanoplásticos en el mundo y cada vez más en los cuerpos humanos.
Los investigadores todavía están tratando de comprender las implicaciones para la salud, pero muchos, como Leonard, han llegado a creer que no son buenos.
El año pasado, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente contado 13.000 sustancias químicas en el plástico, muchas de ellas tóxicas. Los aditivos químicos se utilizan para conferir a diferentes tipos de plástico sus propias propiedades, como flexibilidad, claridad y elasticidad.
El informe del PNUMA, “Productos químicos en plástico”, señaló que sólo la mitad de los 13.000 productos químicos contenidos en el plástico han sido examinados en busca de propiedades para saber si son peligrosos para las personas o el medio ambiente. Pero al menos 3.200 de los 7.000 productos químicos analizados han sido identificados como potencialmente preocupantes, concluye.