En breve: Los influencers son uno de los principales pilares de la dieta mediática de los jóvenes, por lo que se han convertido en un canal vital para los anunciantes, que gastan importantes cantidades de dinero en ellos. La confiabilidad de las personas influyentes que promocionan productos ha sido un problema conocido desde hace años, pero recientemente la Unión Europea respaldó con cifras concretas la gravedad del problema.
Según un nuevo estudiar Según la Comisión Europea, la mayoría de los influencers de las redes sociales no revelan adecuadamente si su contenido es publicidad paga. El análisis proporciona una instantánea preocupante del panorama de las redes sociales mientras la Unión Europea se prepara para promulgar legislación que incluya nuevas reglas de transparencia.
Los influencers ganan fama informando y entreteniendo al público con contenido relacionado con las cosas que les interesan, pero gran parte de lo que producen está patrocinado por empresas que intentan vender productos a sus seguidores. Anunciantes gastar hasta miles de millones de dólares con el respaldo de los influencers más exitosos. Además, muchos influencers ganan dinero vendiendo artículos directamente, que es una de las prácticas que la UE intenta regular.
Las leyes actuales exigen que las personas influyentes en las plataformas más grandes como Instagram, TikTok, YouTube, Facebook, X (anteriormente Twitter) y Snapchat dejen claro cuándo realizan publicidad. Además, quienes venden productos directamente deben cumplir con las regulaciones comerciales europeas. Las regulaciones se aplicarán a todas las plataformas en línea tras la promulgación de la Ley de Servicios Digitales el 17 de febrero.
Mientras se preparaba para poner en vigor la DSA, la Comisión Europea y las autoridades de protección del consumidor de 24 países examinaron publicaciones en las redes sociales de 576 personas influyentes. Descubrieron que una parte importante promocionaba sus propias marcas o las de otras marcas sin divulgar adecuadamente la naturaleza comercial de sus publicaciones.
El descubrimiento más notable fue que, si bien el 97% de los influencers hacían publicaciones que anunciaban productos o servicios, sólo el 20% aclaraba constantemente qué publicaciones eran anuncios de una manera que cumplía con los estándares de la UE. Más de las tres cuartas partes realizaban actividades normalmente restringidas a comerciantes registrados, como operar sitios web para vender productos, pero solo el 36% estaban registrados como comerciantes a nivel nacional.
Muchos influencers que etiquetaron sus anuncios lo hicieron de forma un tanto ambigua. La mayoría solo mostraba información publicitaria durante parte de un vídeo o requería clics adicionales para que los espectadores lo vieran. Además, los influencers a menudo llamaban a sus publicaciones colaboraciones o asociaciones en lugar de anuncios, o simplemente agradecían a una marca asociada.
Se planean acciones adicionales basadas en las conclusiones de la Comisión, incluidas investigaciones de 358 personas influyentes. Las autoridades de los países pertinentes pedirán a los influencers destacados que sigan las nuevas reglas, pero no está claro cómo las medidas involucrarán a las plataformas o cómo responderán esas plataformas.