Sin duda ha habido ocasiones en las que has tenido ambas manos ocupadas y has deseado tener un tercer brazo. Bueno, los científicos han descubierto que, de hecho, un tercer brazo robótico puede controlarse con bastante facilidad mediante movimientos del músculo diafragma.
El estudio fue realizado en el instituto de investigación EPFL de Suiza por un equipo dirigido por el profesor Silvestro Micera. Formaba parte del proyecto más amplio Third Arm del Centro Nacional Suizo de Competencia en Investigación.
Para el estudio, se creó una plataforma en la que los usuarios se sentaban mientras agarraban las manijas de dos brazos tipo exoesqueleto y llevaban un cinturón equipado con un sensor que detectaba los movimientos de su diagrama. También llevaban un casco de realidad virtual, a través del cual veían un entorno virtual.
Al mover los brazos del exoesqueleto, los usuarios podían realizar tareas con versiones virtuales de sus brazos reales en el mundo de la realidad virtual. Es más, al mover su diafragma de maneras específicas, también podrían controlar un tercer brazo virtual. Ubicado entre sus brazos virtuales izquierdo y derecho, ese tercer brazo fue diseñado con una mano simétrica de seis dedos (tenía un pulgar a cada lado) para que no se pensara que pertenecía a un lado o al otro.
Cuando se probó con 61 voluntarios durante 150 sesiones, la configuración resultó ser bastante fácil de dominar para la mayoría de las personas. Es importante destacar que los sujetos de prueba pudieron controlar sus brazos izquierdo y derecho mientras simultáneamente controlar el tercer brazo, algo así como darse palmaditas en la cabeza y frotarse el estómago al mismo tiempo.
Los participantes también pudieron participar en conversaciones y desviar la mirada de la tarea mientras trabajaban el tercer brazo.
En una fase posterior del estudio, se equipó a los voluntarios con un brazo robótico físico que se sujetaba al pecho. El dispositivo era en realidad solo una varilla que se extendía dentro y fuera de una base, pero los usuarios aún podían moverlo para que su «mano» flotara sobre un círculo objetivo determinado según las instrucciones.
Dicho todo esto, la investigación no está dirigida específicamente al desarrollo de un tercer brazo robótico práctico.
«La principal motivación de este control del tercer brazo es comprender el sistema nervioso», dijo Micera. «Si desafías al cerebro a hacer algo que es completamente nuevo, puedes aprender si el cerebro tiene la capacidad de hacerlo y si es posible facilitar este aprendizaje. Luego podemos transferir este conocimiento para desarrollar, por ejemplo, dispositivos de asistencia para personas con discapacidad, o protocolos de rehabilitación después de un accidente cerebrovascular».
Recientemente se publicó un artículo sobre el estudio en la revista Robótica científica. Puedes ver los terceros brazos virtuales y físicos en acción en el vídeo a continuación.
Estrategias cognitivas para aumentar el cuerpo con un brazo robótico portátil
Fuente: EPFL