La Ford Ranger, especialmente las fabricadas entre 1998 y 2011, es otra gran opción para cualquiera que busque modificar una camioneta pequeña. Estos camiones son más pequeños que los modelos más nuevos, lo que los hace perfectos para este tipo de proyecto. Son conocidos por ser fiables y fáciles de conducir, lo cual es una gran ventaja.
Uno de los puntos fuertes de la Ranger de tercera generación reside en su variedad de motores, incluido el duradero y eficiente motor Duratec de cuatro cilindros en línea de 2.3 litros y el poderoso V6 Colonia de 4.0 litros. Este último, especialmente en su forma SOHC de alto rendimiento, es potente y eficiente: un buen candidato si buscas una mini camioneta centrada en el rendimiento. Además, la disponibilidad de transmisiones manuales y automáticas significa que puede personalizarlas según sus preferencias de conducción.
Los Rangers de tercera generación también suelen ser los mejores de todos los modelos para modificarlos y convertirlos en un mini camión golpeado, e implican varios ajustes. Los kits de descenso, las configuraciones de suspensión personalizadas y las piezas de repuesto están disponibles fácilmente, gracias a que la Ranger es bastante popular. Con este tipo de camioneta, también puedes realizar desde simples cambios estéticos, como parachoques e iluminación personalizados, hasta ajustes más complejos del motor y revisiones de la suspensión para lograr un mejor rendimiento.
Sin embargo, es importante recordar que estos camiones no son nuevos. Es posible que necesiten algo de trabajo, como cambiar las correas del motor o arreglar otras piezas viejas. Además, hubo algunos retiros del mercado de estos modelos por cosas como bolsas de aire y sistemas de combustible. Es una buena idea revisarlos y solucionarlos si es necesario.