No se puede deletrear Chevelle con Chevy. Bueno, puedes – apenas – pero eso no significa que el Chevrolet Chevelle sea menos que una leyenda de General Motors. Entre los autos deportivos más famosos de la era pasada, el Chevelle capturó los corazones de los fanáticos de los autos deportivos desde su creación en 1964. Considerado de tamaño mediano para los estándares de la época, el Chevelle compitió contra ofertas de clase similares de la mayoría de los principales fabricantes, y vendió más que todos.
Puede que el Chevelle SS 396 de Chevrolet de 1966 no tuviera la mayor cilindrada de las bestias de bloque grande, pero representó un salto adelante. El L78, el primer motor de bloque grande producido por Chevy, había aparecido en escena apenas un año antes, y estaba destinado únicamente al Corvette y al Chevelle. El Chevelle 396 de 1966 generaba más de 350 caballos de fuerza, pero no fue solo su potencia lo que le dio al Chevelle del 66 un legado digno. También allanó el camino para los legendarios grandes bloques de Chevrolet del futuro.
Un estilo sensato, líneas limpias y una postura clásica hacen que el Chevelle del 66 sea un placer para la vista y, para unos pocos afortunados, ponerse al volante. El mercado es salvaje para estos autos, y conseguir uno puede ser una ruina bancaria, pero para unos pocos afortunados, su apariencia atemporal los convierte en uno de los autos más geniales de esta época. Las líneas limpias y el poder del Chevelle 1966 lo han convertido en un favorito de los fanáticos durante décadas.
[Featured image by Greg Gjerdingen via Wikimedia Commons | Cropped and scaled | CC BY 2.0 DEED]