Comprar un Android reacondicionado presenta varios beneficios. Para empezar, los teléfonos reacondicionados son menos costosos que los premium nuevos. Incluso si se trata de un modelo más nuevo que llegó al mercado un mes antes, comprar el reacondicionado no costará tanto. Los clientes pueden ahorrar cientos de dólares, según la marca y el modelo. Esta es una excelente opción para aquellos que disfrutan de tener la tecnología más nueva a pesar de no tener el presupuesto para algo fuera de la línea de montaje.
Por ejemplo, Samsung vende un nuevo Galaxy S21 FE por $690. Mientras tanto, uno reacondicionado cuesta $250 en La mejor compra, ofreciendo un gran descuento. Es una buena opción para los padres que prefieren no invertir demasiado en un teléfono para sus hijos, que podrían estropearles el Android.
Al igual que los teléfonos nuevos, los reacondicionados suelen venir con garantía, lo que alivia mucho estrés a los clientes. Sin embargo, no todas las garantías son iguales. Fabricantes como Samsung cubren sus teléfonos reacondicionados con una garantía de un año y una batería nueva, lo que ofrece una ventaja sobre la compra de un teléfono reacondicionado en algunos minoristas.
Otro beneficio de optar por un Android reacondicionado es la posibilidad de seguir con tus funciones favoritas, como la casi conector para auriculares obsoleto. Cada generación de teléfonos viene con nuevas funciones que no agradarán a todos. Los teléfonos reacondicionados permiten a los consumidores permanecer en su zona de confort sin utilizar funciones que consideran innecesarias. No todo el mundo está preparado para adoptar nuevas tecnologías cada año.