Se ha anunciado una nueva ‘batería de arena’ a escala industrial para Finlandia, que cuenta con 1 MW de potencia y una capacidad de hasta 100 MWh de energía térmica para su uso durante los fríos inviernos polares. La nueva batería será aproximadamente 10 veces más grande que una planta piloto que ha estado funcionando desde 2022.
La batería de arena, desarrollada por Polar Night Energy, es un concepto inteligente. Básicamente, es un gran silo de acero con arena (o un material sólido similar) que se calienta a través de un intercambiador de calor enterrado en el centro, utilizando el exceso de electricidad de la red (por ejemplo, la generada durante un pico de fuentes renovables, cuando es barata).
Luego, esa energía puede almacenarse durante meses seguidos, con muy pocas pérdidas, antes de extraerse como calor según sea necesario. En teoría, esto podría volver a convertirse en electricidad, aunque con cierta pérdida de energía. Pero Polar Night dice que el método más eficiente es utilizar simplemente el calor.
En un lugar frío como Finlandia, eso significa alimentarlo al sistema de calefacción urbana local, que comparte el calor producido por la industria o la producción de energía a través de la comunidad. Redes de tuberías transportan este calor en forma de agua caliente o vapor para calentar casas, edificios e incluso piscinas. En este caso, la nueva batería de arena se probaría en el sistema de calefacción urbana del municipio finlandés de Pornainen, gestionado por una empresa llamada Loviisan Lämpö.
Se espera que esta nueva batería de arena tenga 13 m (42,7 pies) de alto y 15 m (49,2 pies) de ancho, proporcionando una potencia de salida de 1 MW y una capacidad de 100 MWh. Esto, afirman las empresas, equivale a la demanda de calor de Pornainen para una semana en invierno, o para un mes en verano. En comparación, la batería de arena anterior de Polar Night mide 4 x 7 m (13 x 23 pies), para una potencia nominal de 100 kW y una capacidad de 8 MWh.
La nueva batería también debería reducir las emisiones de dióxido de carbono del sistema de calefacción urbana en 160 toneladas por año, lo que se traduce en una reducción de casi el 70%. La arena en sí también se obtendrá de forma sostenible: consistirá en esteatita triturada, que es un subproducto de fabricación de otra industria local. Al parecer, este material puede conducir el calor incluso mejor que la arena vieja normal.
Si bien es posible que las baterías de arena no se encuentren muy extendidas fuera de las áreas que utilizan calefacción urbana, aún podrían ser una herramienta útil en una caja de herramientas sobre el cambio climático que debe ser lo más diversa posible. Las baterías de arena podrían unirse a otras opciones de almacenamiento a escala de red, como iones de litio, gravedad, sal fundida, hierro-aire o baterías de flujo.
Polar Night Energy dice que la nueva batería de arena completará su construcción y pruebas en aproximadamente 13 meses.
Fuente: Energía de la noche polar