Línea de fondo: Una mejor información permite mejores predicciones: este nuevo dron ayudará a los científicos a llenar los espacios en blanco en nuestros mapas de la Antártida, mejorando nuestras estimaciones de cómo responderá el continente a los cambios climáticos.
Un nuevo dron autónomo llegó a la Estación de Investigación Rothera en la Antártida como parte del British Antártida Survey (BAS), listo para comenzar experimentos para reforzar nuestra comprensión del continente helado. El ‘Windracers ULTRA UAV’ surcará los cielos y utilizará una serie de cámaras y sensores para mapear y registrar áreas que anteriormente estaban fuera del alcance de los investigadores.
Los vuelos tradicionales con tripulación han enfrentado problemas en las áreas para las que ULTRA está diseñado para visitar. El clima extremo y las temperaturas excepcionalmente bajas, junto con la necesidad de aviones más grandes y necesidades considerables de combustible, significan que los vuelos tripulados han sido arriesgados y costosos.
El nuevo dron está diseñado teniendo en cuenta estas cuestiones. Ha sido probado en los picos más altos del norte de Gales para simular los duros entornos e incorpora un alto nivel de redundancia en su diseño, lo que significa que puede continuar volando incluso si falla un motor y se repara más fácilmente que las embarcaciones tradicionales.
ULTRA es descrito por el BAS como «un avión bimotor de alas fijas de 10 metros totalmente autónomo, capaz de transportar 100 kg de carga o sensores hasta 1000 km».
De acuerdo con la Estudio Antártico BritánicoDurante la primera fase de pruebas, los Windracers ULTRA investigarán la tectónica con sensores magnéticos y de gravedad, utilizarán cámaras para evaluar las cadenas alimentarias marinas en áreas ambientalmente sensibles y medirán estructuras glaciológicas utilizando radares aéreos. Si tiene éxito, el dron se utilizará para futuros estudios sobre ciencia y ecología del clima polar, glaciología y el estudio de los ecosistemas oceánicos.
Los datos de estos estudios ayudarán a fundamentar las predicciones científicas sobre cómo responderá el continente helado a los cambios en el clima de la Tierra. Los datos instrumentales muestran que la Península Antártica ha experimentado un aumento de 5°F (3°C) en las temperaturas medias anuales en los últimos 50 años, aunque esto contrasta con una temperatura relativamente sin cambios en el interior.
El impacto de estos cambios en la Antártida dependerá en gran medida de la geografía y la composición del continente, gran parte del cual no podemos ver directamente debido a la cobertura de hielo y nieve. Pero, por ejemplo, un área reaccionaría de manera muy diferente a los cambios de temperatura si estuviera adyacente al agua, en lugar de a una roca. ULTRA buscará confirmar la geología y topografía de la Antártida para ayudar a los científicos a modelar el futuro derretimiento.
Discurso a la BBC, dijo el Dr. Tom Jordan, geofísico de BAS, «este trabajo de estudio es realmente emocionante», porque llenará los espacios en blanco actuales en nuestros mapas de la Antártida. La naturaleza ardua y metódica del trabajo se adapta especialmente a los drones autónomos. El Dr. Jordan explicó: «Esto construye esta imagen, yendo línea por línea. Esta es otra cosa para la que los drones son fantásticos: hacer cosas que son realmente aburridas».