El Proyecto Boeing Starliner es parte de un esquema de la NASA llamado Programa de Tripulación Comercial (CCP). Introducido en 2014, el objetivo del CCP era colaborar con empresas privadas en Estados Unidos para desarrollar soluciones de transporte seguras y rentables hacia y desde la ISS. Boeing y SpaceX estuvieron entre las empresas adjudicatarias del contrato para este proyecto, y ambas empresas se propusieron desarrollar y certificar la nave espacial tripulada para 2017.
Sin embargo, desde el principio, el Proyecto Starliner sufrió varios retrasos. En agosto de 2018, la NASA anunció las asignaciones de tripulación para la primera prueba de vuelo tripulada del Boeing Starliner. Después de esto, el primer lanzamiento con tripulación se pospuso hasta 2019 debido a varios problemas de desarrollo y pruebas. El proyecto sufrió retrasos en 2019 cuando un problema de software le impidió llegar a la ISS durante un vuelo de prueba no tripulado. Esto llevó a la NASA a retrasar varios meses la prueba de vuelo tripulado.
En 2021, el Proyecto Starliner todavía estaba esperando la certificación de prueba con tripulación después de haber sido retrasado cuatro años. Sin embargo, una serie de problemas técnicos harían que se esperara aún más. El programa también experimentó más retrasos en 2023, tras lo cual Boeing y la NASA retrasaron el vuelo de certificación tripulado hasta mayo de 2024.
Si todo va según lo previsto, en las próximas semanas el Boeing Starliner finalmente recibirá la certificación para vuelos espaciales tripulados.