Los inicios de la Estrella Dorada están estrechamente ligados a la carrera de otra estrella: Wal Handley, un piloto de motos británico. Handley había trabajado con motocicletas desde una edad temprana y se unió a Humphries & Dawes en 1921, cuando era un adolescente. En 1937, la destreza de Handley en las carreras era tan bien considerada que fue seleccionado para una carrera de alto perfil en un corcel único: la competencia de Brooklands sobre un BSA Empire Star con una potencia máxima de 33 CV. Era una máquina formidable para su época y, en las hábiles manos de Handley, alcanzaba las 107,57 mph en una vuelta.
En «Cafe Racers: velocidad, estilo y cultura de tonificación» Michael Lichter y Paul d’Orleans explican la verdadera importancia de este logro en este contexto. Con una velocidad de vuelta promedio de más de 100 mph, la actuación valió «una verdadera estrella dorada para su piloto, un pequeño alfiler de estrella con ‘100’ esmaltado». Puede que haya sido un simple alfiler en la superficie, pero este premio parecía convertirse en un símbolo del ritmo de las motos de BSA. Al año siguiente, se lanzó el M24 Gold Star, que lleva el nombre de esa misma estrella dorada.
El modelo, considerado por Lichter y d’Orleans como «esencialmente una réplica de Brooklands con luces», era toda una potencia, como era de esperar.