Según se informa, Apple comenzó a trabajar en su ambicioso objetivo de crear un coche eléctrico hace casi una década. Desde el principio, Apple fijó grandes ambiciones para el proyecto, imaginando el automóvil de la compañía como un vehículo totalmente autónomo que contaría con interiores lujosos similares a los de una limusina. El objetivo obvio de Apple era crear algo que fuera un verdadero rival de la línea pasada y actual de Tesla, que sigue siendo la marca de vehículos eléctricos más popular en Estados Unidos y en el extranjero.
Lo que también distinguió los objetivos de los vehículos eléctricos de Apple de otros jugadores en el segmento fue su plan para alcanzar el nivel 4 de conducción autónoma (esencialmente un automóvil totalmente autónomo) desde el primer día. La compañía incluso estableció un objetivo interno para lanzar el automóvil al menos para 2026. Sin embargo, los esfuerzos de Apple enfrentaron desafíos desde el principio, y la compañía terminó cambiando su estrategia y liderazgo varias veces en la última década.
El retraso más reciente, informado tan recientemente como enero de 2024, se refería a las dificultades que enfrentaba Apple para alcanzar el nivel deseado de conducción autónoma. Intimidada por estos desafíos, Apple tuvo que reducir sus expectativas de conducción autónoma al Nivel 2+, que es más o menos similar a lo que la mayoría de los autos Tesla ofrecen a los consumidores.
Además de no alcanzar el nivel deseado de conducción autónoma, los altos ejecutivos de Apple también estaban preocupados porque el vehículo eléctrico de Apple no generaba el mismo nivel de márgenes de beneficio que normalmente disfruta en los productos electrónicos de consumo.