En breve: Corea del Sur se convertirá en el primer país en desplegar y operar armas láser antiaéreas, que utilizará para derribar drones norcoreanos. El nombre del programa parece apropiado: «Proyecto Star Wars».
Anunciadas por la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA), las armas láser fueron desarrolladas por el ejército de Corea del Sur con Hanwha Aerospace Co.
DAPA explicado El arma antiaérea láser destruye los objetivos irradiándolos directamente con una fuente de luz láser generada a partir de una fibra óptica. Puede alcanzar pequeños vehículos aéreos no tripulados, también conocidos como drones, y multicópteros a corta distancia.
Los rayos de luz, que duran entre 10 y 20 segundos, pueden quemar motores, placas de circuitos u otros equipos eléctricos de los drones.
La agencia dijo que los láseres son invisibles, silenciosos y no requieren munición. Todo lo que necesitan es electricidad para funcionar. También son baratos de usar, cuestan 2.000 wones (alrededor de 1,50 dólares) por disparo. Si bien no es un arma láser, se estima que el proyecto abandonado de cañón de riel de la Marina de los EE. UU. costaba alrededor de 25.000 dólares por disparo.
Un funcionario de la agencia señaló que países como Estados Unidos e Israel están por delante de Corea del Sur en lo que se refiere al desarrollo de armas láser, pero su atención se ha centrado en rayos de alta potencia diseñados para derribar misiles balísticos entrantes. Corea del Sur aspira a desarrollar en el futuro sus propias armas láser similares.
Cinco drones norcoreanos cruzaron a Corea del Sur en diciembre de 2022, lo que provocó que aviones de combate y helicópteros de ataque se apresuraran a derribarlos.
El arma láser todavía está en la etapa de prototipo, pero DAPA dice que ha firmado un acuerdo con Hanwha Aerospace Co. que permitirá que el sistema entre en producción en masa.
Lee Sang-yoon, funcionario de DAPA, dijo a AFP que Block-I, el primer sistema láser, será puesto en funcionamiento por los militares este año, aunque algunos expertos creen que podrían pasar hasta cinco años antes de que los láseres estén en el frente derribando drones.