La gente ha dejado mensajes públicos desde que los primeros artistas pintaron escenas de caza en las paredes de las cuevas. Pero fue la invención de la electricidad lo que cambió para siempre la forma en que nos hablamos. En 1844 se envió el primer mensaje por telégrafo. Samuel Morse, quien creó el código Morse binario décadas antes de que las computadoras electrónicas fueran posibles, aprovechado, «¿Qué ha hecho Dios?» Fue un primer post profético.
La Segunda Guerra Mundial aceleró la invención de las computadoras digitales, pero eran principalmente máquinas de un solo uso, diseñadas para calcular tablas de disparo de artillería o resolver problemas científicos. A medida que las computadoras se volvieron más poderosas, la idea de tiempo compartido se volvió atractivo. Las computadoras eran caras y pasaban la mayor parte del tiempo inactivas, esperando que un usuario ingresara teclas en una terminal. El tiempo compartido permitió que muchas personas interactuaran con una sola computadora al mismo tiempo.
Parte 0: La era precámbrica de la comunicación digital (1969-1979)
Poco después de que se inventara el tiempo compartido, la gente empezó a enviar mensajes a otros usuarios. Pero como cada computadora hablaba su propio lenguaje de máquina y tenía su propia forma de almacenar y recuperar datos, ninguna de estas máquinas podía comunicarse entre sí. La solución a este problema surgió de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA) del Pentágono, y por eso se la denominó “ARPANET”. Cuando dos computadoras diferentes se conectaron entre sí a través de un “IMP” (Procesador de mensajes de interfaz, el primer enrutador) en 1969, fue una enorme descubrimiento.
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Ahora, en lugar de enviar un mensaje a un amigo que probablemente estaba sentado a tu lado en el mismo laboratorio de computación, puedes enviárselo a alguien en una ciudad diferente. En 1971, Ray Tomlinson escribió el primer programa de mensajería entre computadoras, SNDMSG. Debido a que tenía que diferenciar entre el nombre de usuario del receptor y el nombre de la computadora que estaban usando, necesitaba un personaje que no fuera parte de ninguno de los dos. Presionó «SHIFT-P» en el teletipo Modelo 33, obtuvo una @ y el resto fue historia. Nació el correo electrónico.
El amigable resplandor naranja
Aproximadamente al mismo tiempo, una red informática autónoma llamada PLATÓN También estaba cambiando el mundo. PLATÓN fue un sistema educativo que comenzó en 1960 y se acercaba a su cuarta versión. Fue responsable de muchas primicias en computadoras, como la primera pantalla de plasma de pantalla plana, que se lanzó en 1972 con PLATO IV. Estas pantallas gráficas táctiles de 512 × 512 parecían venir del futuro. Y aunque no podía comunicarse con ARPANET, cada usuario de PLATO en cada terminal podía comunicarse entre sí en todo el mundo.
En 1971, PLATÓN fue el hogar de la primera estafa de “phishing”, cuando el estudiante Mark Rusted creado una pantalla de inicio de sesión falsa que robaba las contraseñas de los usuarios. (Se le pidió cortésmente que no volviera a hacerlo). Debido a esto, la siguiente revisión de PLATO agregó una combinación de teclas especial, SHIFT-STOP, que garantizaría que el usuario viera una pantalla de inicio de sesión real. Años más tarde, Microsoft utilizaría la misma idea para Windows NT con CTRL-ALT-DEL.