El jeep llegó con grandes expectativas cuando el gobierno se acercó a los fabricantes de automóviles estadounidenses para crear un vehículo para la guerra. Este land rover tenía que transportar a tres personas, tenía tracción en las cuatro ruedas, tenía un parabrisas plegable, podía transportar 660 libras, tenía un motor capaz de generar al menos 85 pies-libras de torque, no pesaba más de 1,300 libras cuando vacíos y tienen una distancia entre ejes de 75″. Era una tarea difícil, y sólo tres de las 135 empresas a las que se acercó el gobierno lo intentaron.
Al final, aunque las tres empresas, Willys-Overland Motors, Ford Motor Company y American Bantam Car Company, fabricaron una versión del Jeep, el ejército finalmente requirió la estandarización. A mediados de 1941, surgió el diseño familiar conocido como Willys MB. En términos de versatilidad, no había mucho que este Jeep no pudiera hacer. Los militares usaban el Jeep para transporte, pero también podía albergar ametralladoras Browning calibre .30 y .50, funcionar como ambulancia, transporte de carga, defensa antiaérea, vehículo de radio, unidad de mortero de trinchera… realmente cualquier cosa que el Ejército necesitara.
El uso del Jeep en tantas funciones explica la demanda y, con más de 600.000 unidades producidas, se convirtió en uno de los primeros vehículos 4×4 producidos en masa en la historia. El Jeep continuó funcionando hasta bien entrada la Guerra de Corea, aunque recibió algunas mejoras y actualizaciones. En la década de 1960, el Jeep original se había transformado en el Jeep M151, mientras el concepto inicial inspiró al civil Jeep modelo CJ-2A, que entró al mercado en 1945.