Más allá del limpiador de frenos, existen multitud de alternativas para limpiar y desengrasar tu motor sin riesgo de dañarlo. Una opción que se explica por sí misma es el desengrasante del motor. Existen numerosas marcas para elegir y todas funcionan de manera similar. Todo lo que tienes que hacer es aplicarlo en las partes del motor que deseas limpiar, dejarlo reposar un rato y luego limpiarlo con un cepillo y un trapo. Lo único que debes tener en cuenta al utilizar un desengrasante es la pintura de tu coche, ya que la quitará con facilidad.
Alternativamente, existen desengrasantes caseros que puedes crear con solo unos pocos productos domésticos. Uno de los más populares consiste en dos partes de amoníaco, dos partes de agua y una parte de jabón para platos, que se combinan en una botella con atomizador y se usan de manera similar a un desengrasante comprado en la tienda. El bicarbonato de sodio diluido en agua tibia también es un desengrasante casero de uso común. El único inconveniente de las recetas caseras es que pueden carecer de la fuerza necesaria para limpiar eficazmente la grasa pesada, por lo que es posible que tengas que recurrir a una mezcla comprada en la tienda o frotar minuciosamente pero con cuidado con un cepillo.
Considerándolo todo, desengrasar y limpiar el motor no es un proceso difícil; sólo es importante utilizar el limpiador adecuado al hacerlo. Para ayudarte aún más, SlashGear también tiene un Guía paso a paso sobre cómo limpiar el compartimento del motor de tu coche.