Ningún viaje al CES está completo sin pasar por el stand de un fabricante de televisores. Deambular mirando televisores gigantes con los que tendrías que construir una casa siempre es un viaje, y los paneles y proyectores MiniLED hasta donde alcanza la vista siempre te dan una idea no sólo de hasta dónde se pueden superar los límites tecnológicos, sino las pocas áreas grandes de pared en blanco que realmente tienes en tu propia casa. En resumen, esta es una muy buena oportunidad para vivir indirectamente durante unos minutos frente a algunas de las cajas de imágenes en movimiento más grandes y gloriosas que verás. Por supuesto, a veces hay más: esto es lo que trajo Hisense.
En una de sus demostraciones más impresionantes, Hisense presentó lo que llama el «Primer televisor láser con pantalla sónica 8K del mundo». Ahora bien, hay muchas advertencias en esa declaración: «8K», «Sonic Screen» y «Laser», pero la del medio es la más notable. Hisense es conocida por vender «televisores» que en realidad son proyectores de alcance ultracorto con pantallas diseñadas para un rendimiento óptico óptimo. Eso es lo que es, pero Hisense va un paso más allá.
Aquí, la pantalla funciona como un altavoz que maneja el audio de rango alto y medio, con un subwoofer separado que maneja los graves. Eso, en sí mismo, es genial, pero esta pantalla casi crea una especie de burbuja sonora que ayuda a ahogar los sonidos de la sala de exposiciones que nos rodea y brinda a los oyentes una experiencia de audio casi espacial. Cuando una hoja cayó del árbol y se arrugó un poco, la escuchaste venir desde el lado izquierdo de la pantalla. Fue toda una experiencia.