Por qué es importante: El agua líquida es una condición fundamental para la vida tal como la entendemos actualmente, pero los océanos de agua líquida sólo han sido observados directamente en la Tierra. Los científicos aún no están del todo seguros de cómo llegó el agua a la Tierra, pero un descubrimiento reciente podría abrir un camino para arrojar luz sobre el misterio.
Según un estudio reciente, los astrónomos han confirmado la presencia de cantidades microscópicas de agua en asteroides en el cinturón de asteroides. El descubrimiento marca la primera vez que se encuentra agua en la superficie de los asteroides.
Los investigadores encontraron rastros de material que podría ser agua en tres grandes asteroides: 7 Iris, 18 Melpomene y 20 Massalia. De ellos, Iris y Massalia mostraron signos inequívocos de agua en cantidades similares a las detectadas previamente en la superficie iluminada por el sol de la Luna de la Tierra. Posibles descubrimientos anteriores de agua en asteroides podrían haber sido simplemente confundidos con agua.
Los hallazgos son reveladores principalmente debido a la ubicación de los asteroides y su relación con la formación del sistema solar. El descubrimiento podría ayudar a los astrónomos a investigar el misterio de cómo apareció el agua por primera vez en la Tierra; Existen múltiples teorías.
Durante la formación inicial del sistema solar, hace aproximadamente 4.500 millones de años, se cree que el sistema interior estaba demasiado caliente para que se formara agua espontáneamente. Una explicación plausible es que los impactos de cometas y lunas heladas del sistema solar exterior podrían haber trajo agua aquí.
Sin embargo, esto habría requerido órbitas inestables desde planetas exteriores como Júpiter. Otra evidencia sugiere que una gran porción del agua de la Tierra ha estado aquí desde la formación del planeta o el impacto masivo que creado la luna temprano en la vida de la Tierra.
El reciente descubrimiento amplía el número potencial de lugares en el sistema solar interior que albergan agua. Una investigación adicional podría ampliar aún más la red.
Los astrónomos hicieron sus hallazgos utilizando datos del avión del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) de la NASA, un Boeing 747 que albergaba un telescopio de 106 pulgadas. La utilización de un avión permitió al instrumento realizar observaciones desde la estratosfera de la Tierra, que provoca menos interferencia atmosférica. También podría observar eventos que ocurren sobre los océanos, que cubren la mayor parte de la superficie de la Tierra pero no tienen telescopios. Sin embargo, SOFIA se retiró en 2022 y se utilizará el telescopio James Webb para realizar más estudios de los asteroides, que tiene capturado Impresionantes imágenes del sistema solar y el universo exterior desde su lanzamiento a finales de 2021.