Si bien las suturas y las grapas son suficientes para cerrar la mayoría de las heridas, pueden dañar el tejido delicado y, además, pueden permitir que se filtren líquidos cuando se aplican a los órganos internos. Por ello, los científicos se han propuesto mejorar un método alternativo de cierre de heridas conocido como soldadura de tejido.
En pocas palabras, soldadura de tejido es una técnica experimental en la que se aplica una pasta gelatinosa a los bordes presionados de una herida y luego se calienta con un láser.
El calor hace que la pasta se polimerice y se una al colágeno del tejido subyacente, formando un sello hermético flexible que mantiene la herida cerrada hasta que sana. El proceso no sólo suele ser más rápido y suave que aplicar suturas o grapas, sino que también produce menos inflamación, menos cicatrices y proporciona una mejor protección contra las infecciones.
Dicho esto, pueden ocurrir complicaciones si la pasta no se calienta a la temperatura adecuada. Si hace demasiado frío, no se adherirá correctamente al tejido, mientras que si hace demasiado calor, quemará el tejido.
En un esfuerzo por abordar ese problema, científicos de los institutos de investigación suizos Empa y ETH Zurich han desarrollado un albúminaPasta a base de llamada iSolder (soldadura inteligente). Contiene nanopartículas de nitruro de titanio y vanadato de bismuto: las primeras convierten la luz láser en calor, mientras que las segundas emiten fluorescencia cuando se calientan a una temperatura precisa.
Entonces, cuando se aplica una lámina gelatinosa de iSolder a una herida y luego se expone a la luz láser, brillará visiblemente al alcanzar la temperatura justa a la que se adhiere al tejido subyacente. Esto elimina las conjeturas a la hora de soldar el tejido: los cirujanos simplemente siguen aplicando la luz láser hasta que la pasta brilla y luego se detienen cuando lo hace.
Trabajando con colegas del Hospital Universitario de Zurich, la Clínica Cleveland (EE.UU.) y la Universidad Charles (República Checa), los científicos han utilizado con éxito la tecnología para sellar heridas en el intestino delgado, la uretra, las trompas de Falopio y la vena renal de lechones. Y como beneficio adicional, se descubrió que la luz infrarroja podría usarse como una alternativa más segura a los rayos láser potencialmente dañinos.
Recientemente se publicó en la revista un artículo sobre la investigación, dirigida por Oscar Cipolato e Inge Herrmann. Pequeños métodos.
Fuente: Pero