Línea de fondo: Justo cuando parecía que el mercado flash NAND volvía a tener una base sólida de cara al 2024, se produjo un desastre en forma de un terremoto de magnitud 7,6 que sacudió Japón el día de Año Nuevo. El impacto del desastre en el mercado del almacenamiento podría sentirse en los próximos meses.
Toshiba dijo que ha podido confirmar que todos los empleados que vinieron a trabajar ese día en las instalaciones de la ciudad de Nomi, prefectura de Ishikawa, están a salvo, aunque aún no se ha contactado a los que estaban de vacaciones. La producción se detuvo mientras la empresa evalúa los daños a su infraestructura y líneas de producción. Se nos dice que se publicará otra actualización el 5 de enero.
Toshiba no fue la única afectada por el terremoto. De acuerdo a fuerza de tendencia, varios otros actores de la industria, incluidas las instalaciones de Shin-Etsu y GlobalWafers en Niigata, están fuera de línea mientras se realizan inspecciones de seguridad. La firma de investigación de mercado dijo que el proceso de crecimiento de cristales en la fabricación de obleas crudas es muy sensible a la actividad sísmica; Afortunadamente, la mayoría de las casas de cultivo de cristal de Shin-Etsu se encuentran en la región de Fukushima y no se vieron afectadas directamente por el terremoto.
Tres plantas operadas por TPSCo (una empresa conjunta entre Tower y Nuvoton) en Uozu, Tonami y Arai también han detenido la producción para comprobar si hay daños. Otras en el área, incluida la planta Niigata de Taiyo Yuden, fueron diseñadas para resistir actividad sísmica de hasta un nivel siete y, por lo tanto, no sufrieron daños en los equipos.
Los desastres naturales pueden tener un impacto devastador en la cadena de suministro de hardware. En 2011, Tailandia sufrió graves inundaciones que provocaron más de 800 muertes y paralizaron la producción de discos duros. En ese momento, la región era responsable de casi una cuarta parte de la producción mundial de HDD.
Los daños en fábricas clave obligaron a detener la producción durante semanas y, finalmente, llevó los precios por las nubes. En su apogeo, no era raro ver que las unidades se vendieran por el doble de lo que costaban unos meses antes. Esperemos que no volvamos a terminar en el mismo barco.
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