Mirando hacia adelante: Investigadores de la Universidad RMIT de Australia han desarrollado un nuevo tipo de batería que sustituye los peligrosos fluidos electrolíticos por agua. Se necesita más investigación y desarrollo, pero ahora existe la posibilidad de encontrar alternativas más seguras a las baterías de iones de litio y más ecológicas a las baterías de plomo-ácido.
La batería líquida del equipo utiliza agua estándar con algunas sales añadidas en lugar de fluido electrolítico tradicional como ácido sulfúrico o sal de litio para permitir el flujo de corriente entre los extremos positivo y negativo de la batería. También utiliza bismuto metálico como recubrimiento para el ánodo de zinc, que actúa como protector posterior para evitar la formación de dendritas peligrosas, y magnesio para mejorar la densidad de energía.
En pruebas tempranas, la batería de agua pudo conservar el 85 por ciento de su capacidad después de 500 ciclos de carga. Los prototipos desarrollados hasta ahora incluyen baterías del tamaño de una moneda y versiones cilíndricas que se asemejan a las tradicionales baterías AA y AAA. También se probó un diseño que se conectaba a un panel solar y una luz solar de 45 vatios que podía mantenerlo iluminado durante 12 horas después de un día completo de carga.
El líder del proyecto, Tianyi Ma, científico químico de la Universidad RMIT, dijo que la simplicidad de su proceso de fabricación hará que la producción en masa sea mucho más fácil. Sus baterías también podrán desmontarse de forma segura para su reutilización o reciclaje, abordando los desafíos de eliminación al final de su vida útil que afectan a la tecnología actual de almacenamiento de energía.
Como parece ser el caso con prácticamente todos los avances en baterías de laboratorio que se avecinan, este está lejos de estar listo para el horario de máxima audiencia. Los investigadores están trabajando activamente para mejorar la densidad de energía del diseño de su batería mediante la creación de nuevos nanomateriales para utilizarlos como electrodo, en un esfuerzo por hacerlos más comparables a las baterías de iones de litio que se encuentran comúnmente en la electrónica de consumo.
Ma cree que la batería de agua tiene el potencial de reemplazar las baterías de plomo-ácido en un plazo de uno a tres años, y las baterías de iones de litio en un plazo de cinco a diez años.
El estudio del equipo ha sido publicado en la revista científica. Materiales avanzados.