Mirando hacia adelante: La Universidad de Maine batió su propio récord mundial Guinness de 2019 con una impresora 3D de polímero de próxima generación que es cuatro veces más grande que su predecesora. Apodada Factory of the Future 1.0, o FoF 1.0 para abreviar, la nueva impresora termoplástica está preparada para promover la fabricación sostenible en una variedad de sectores.
FoF 1.0 puede imprimir objetos de hasta 96 pies de largo por 32 pies de ancho por 18 pies de alto a una velocidad de hasta 500 libras por hora, y puede alternar entre múltiples procesos, incluida la fabricación aditiva a gran escala, la fabricación sustractiva, las operaciones de brazos robóticos y Colocación continua de cinta.
La impresora está ubicada en el Centro de Compuestos y Estructuras Avanzadas (ASCC) de la Universidad de Maine. Puede trabajar en proyectos en solitario o en equipo con MasterPrint (la impresora 3D que batió récords antes mencionada) para abordarlos en equipo. Los dos pueden incluso trabajar en la misma pieza simultáneamente si es necesario.
A la ceremonia de inauguración de la impresora asistieron representantes del Departamento de Energía, el Departamento de Defensa, la Autoridad Principal de Vivienda del Estado y otros socios que pretenden utilizar la tecnología. Podría permitir una fabricación ecológica y rentable con aplicaciones en seguridad nacional, fabricación de embarcaciones marítimas, construcción de puentes, tecnología de energía eólica y oceánica y viviendas asequibles.
Mark Wiesendanger, director de desarrollo de MaineHousing, dijo que el estado necesita aproximadamente 80.000 viviendas adicionales para 2030, y muchas de ellas son específicamente para personas con ingresos iguales o inferiores a la media del área.
«Este esfuerzo crea otro medio para producir viviendas asequibles de calidad, al mismo tiempo que reduce aún más los costos y utiliza abundantes residuos de madera de los aserraderos de Maine», dijo Wiesendanger.
Vale la pena señalar que Maine es el estado más boscoso del país y produce más de un millón de toneladas de residuos de madera al año que pueden usarse como materia prima para impresoras 3D.
La idea de utilizar grandes impresoras 3D para construir viviendas asequibles a escala existe desde hace años, pero su implementación ha sido algo lenta. Aún así, eso no ha impedido que múltiples industrias expresen interés. NASApor ejemplo, pretende construir casas impresas en 3D para su uso en la Luna de aquí a 2040.