En CinemaCon de este año, el presidente y director ejecutivo de la Motion Picture Association, Charles Rivkin, ha reveló un plan que haría «navegar por los mares digitales» bajo el estandarte de Jolly Roger sólo un poco más duro. Rivkin dijo que la asociación trabajará con el Congreso para establecer y hacer cumplir una legislación de bloqueo de sitios en los Estados Unidos. Añadió que casi 60 países utilizan el bloqueo de sitios como herramienta contra la piratería, «incluidas las principales democracias y muchos de los aliados más cercanos de Estados Unidos». La única razón por la que Estados Unidos no es uno de ellos, continuó, es la «falta de voluntad política, combinada con una comprensión obsoleta de lo que realmente es el bloqueo de sitios, cómo funciona y a quién afecta».
Con la norma vigente, «los editores de cine y televisión, música y libros, ligas deportivas y emisoras» pueden solicitar al tribunal que ordene a los ISP que bloqueen los sitios web que comparten contenido robado. Rivkin, argumentando a favor del bloqueo de sitios, explicó que la práctica no afecta a las empresas legítimas. Dijo que la legislación sobre esta práctica requeriría pruebas detalladas para demostrar que una determinada entidad participa en actividades ilegales y que los presuntos perpetradores pueden comparecer ante los tribunales para defenderse.
Rivkin citó FMovies, un servicio de streaming de películas ilegal, como ejemplo de cómo el bloqueo de sitios en Estados Unidos minimizaría el tráfico a sitios web de piratería. Al parecer, FMovies recibe 160 millones de visitas al mes, un tercio de las cuales procede de Estados Unidos. Si la norma también existiera en el país, entonces, en teoría, el tráfico del sitio web disminuiría drásticamente. El presidente de la MPA también habló sobre esfuerzos anteriores para imponer el bloqueo de sitios en los EE. UU., que los críticos dijeron anteriormente «quebrantaría Internet» y podría potencialmente sofocar la libertad de expresión. Si bien insistió en que las experiencias de otros países desde entonces habían demostrado que esas predicciones eran erróneas, prometió que la organización tomaría en serio esas preocupaciones.
Finalizó su discurso pidiendo el apoyo de los dueños de salas de cine del país. «La MPA está liderando esta lucha en Washington», afirmó. «Y necesitamos las voces de los propietarios de salas de cine, sus voces, a nuestro lado. Porque esta acción será buena para todos nosotros: creadores de contenido. Salas de cine. Nuestra fuerza laboral. Nuestro país».