Steve Jobs concepción original Uno de los tonos de llamada del iPhone era permitir a los usuarios crear fragmentos de canciones en su biblioteca de iTunes. Pero para lograrlo, Apple habría tenido que superar todo tipo de obstáculos legales y de derechos de autor. Habrían tenido que llegar a acuerdos de uso con los principales sellos discográficos, las principales compañías de telefonía móvil y la Recording Industry Association of America. La RIAA estaba en medio de su propio salto al aro, descubriendo cómo clasificar legalmente un tono de llamada ante la oficina de Patentes y Marcas de EE. UU.
Para evitar este alboroto y mantener la fecha de entrega del iPhone en el buen camino, Jobs optó por una construcción interna, altamente seleccionada y autónoma de solo 25 tonos de llamada predeterminados. Para ayudar a guiar el vocabulario auditivo del iPhone, Jobs reclutó al Dr. Gerhard Lengeling, Director Senior de Ingeniería de Software de Aplicaciones Musicales de Apple.
En palabras de Jobs, el Dr. Lengeling estaba interesado en hacer que el proceso, a veces esotérico, de la música fuera accesible para «el resto de nosotros», y era equivalente a la idea de Apple. estación de trabajo de audio digital accesible GarageBand. Debido a este enfoque en la población en general, el Dr. Lengeling era el candidato perfecto para determinar los sonidos que marcaban la diferencia entre innovación y comodidad.