En contexto: Las ventas de vehículos eléctricos en EE.UU. han aumentado exponencialmente en los últimos años, pero la gente todavía opta por los coches tradicionales de gasolina cuando alquilan. La falta de voluntad de los consumidores para alquilar vehículos eléctricos le ha costado el trabajo a al menos un director ejecutivo de alto perfil.
El director ejecutivo de Hertz, Stephen Scherr, es bajar de su puesto en la empresa de alquiler de coches tras una pérdida de 348 millones de dólares el último trimestre. Según CNN, es la pérdida trimestral más significativa de la empresa desde 2020. Una buena parte de la caída se debió a la apuesta fallida de Scherr por los vehículos eléctricos.
Gil West, ex director de operaciones de Delta Air Lines y la división de cruceros de GM, ocupará la vacante de Scherr. Será el quinto jefe de Hertz en cuatro años y deberá ponerse manos a la obra si espera sacar a la empresa de los problemas y llevarla a la rentabilidad.
Scherr tomó una serie de medidas polémicas, incluido el compromiso de adquirir 100.000 Teslas en 2021, poco después de que la empresa completara el procedimiento de quiebra. También anunció planes para comprar hasta 175.000 coches eléctricos de GM y 65.000 de la división Polestar de Volvo. Al final, la empresa solo compró 60.000 coches eléctricos antes de cancelar sus planes de vehículos eléctricos.
El impresionante 180 fue provocado por Tesla, que recortó repetidamente los precios de sus modelos más populares durante el año pasado, lo que hizo que sus valores de reventa cayeran en picado. Con una flota de activos que se deprecian y inquilinos que no están dispuestos a probar vehículos impulsados por baterías, Hertz anunció en enero que estaba venta 20.000 vehículos eléctricos de su flota para reducir sus pasivos. La compañía espera recibir un golpe de 245 millones de dólares relacionado con la venta debido a la depreciación.
El analista de vehículos eléctricos de Wedbush Securities, Daniel Ives, sugiere que el escepticismo de los consumidores fue parte del fracaso de la empresa de vehículos eléctricos de Scherr. Un número significativo de personas prefiere los motores de combustión interna. Otro factor es que incluso las personas que poseen un coche eléctrico no necesariamente querrán alquilar uno cuando viajan, especialmente en viajes largos. Los vehículos eléctricos requieren puestos de carga especializados, que todavía no están tan disponibles como las gasolineras tradicionales.
Como si eso no fuera suficientemente malo, Scherr descubrió que reparar vehículos eléctricos es mucho más caro que reparar coches de combustión interna. Dado que la compra de vehículos eléctricos es más cara, los costes añadidos de mantenimiento golpean a la empresa como un doble golpe. Entonces, con el valor de la nueva flota de alta tecnología en el tanque por la falta de demanda de vehículos eléctricos usados, el destino de Scherr estaba sellado.