La primera impresora 3D de metal que se utilizará en el espacio es en su camino a la Estación Espacial Internacional. La misión de suministro Cygnus NG-20, que transporta la impresora de 180 kg (397 lbs), se lanzó el martes y llegará a la ISS el jueves.
El astronauta Andreas Mogensen instalará la impresora, que Aerobús desarrollado para el Agencia Espacial Europea. Luego, la máquina será controlada y monitoreada desde la Tierra.
Las impresoras 3D basadas en polímeros han sido empleado en la ISS en el pasado, pero se dice que la impresión 3D de metal en órbita plantea un desafío más complicado. La máquina utilizará una forma de acero inoxidable que se utiliza a menudo para el tratamiento de agua y para implantes médicos debido a lo bien que resiste la corrosión.
Después de empujar el alambre de acero inoxidable hacia el área de impresión, la impresora lo funde con un láser que se dice que es un millón de veces más potente que un puntero láser típico. Luego, la impresora agrega el metal derretido a la impresión.
El punto de fusión del metal ronda los 1.400°C y la impresora funcionará dentro de una caja completamente sellada. Antes de que la impresora pueda funcionar, necesita ventilar su oxígeno al espacio y reemplazar su atmósfera con nitrógeno. De lo contrario, el metal fundido se oxidaría al quedar expuesto al oxígeno.
Dadas las temperaturas más altas que las de una impresora 3D de plástico (que se calienta a unos 200°C), «hay que garantizar la seguridad de la tripulación y de la propia estación, aunque las posibilidades de mantenimiento también son muy limitadas», afirmó el responsable técnico de la ESA. Rob Postema dijo al sitio web de la agencia. «Sin embargo, si tiene éxito, la resistencia, la conductividad y la rigidez del metal llevarían el potencial de la impresión 3D en el espacio a nuevas alturas».
Están programadas cuatro impresiones de prueba. La impresora replicará impresiones de referencia que se hayan creado en la Tierra. Se compararán las dos versiones para ayudar a los científicos a comprender cómo la calidad y el rendimiento de la impresión difieren en el espacio. Aunque cada impresión pesará menos de 250 g (8,8 onzas) y será más pequeña que una lata de refresco, la impresora tardará entre dos y cuatro semanas en crear cada una. La impresora sólo estará en funcionamiento un máximo de cuatro horas al día, ya que sus ventiladores y motor son bastante ruidosos y la ISS tiene normas de ruido.
Si el experimento sale bien, allanará el camino para que los astronautas y las agencias espaciales impriman las herramientas o piezas necesarias sin tener que enviar los artículos a misiones de reabastecimiento. La impresión 3D en metal también podría ayudar en la construcción de una base lunar utilizando materiales reciclados o regolito transformado (suelo lunar y roca). También puede resultar útil para misiones a Marte.