El panorama: La Voyager I es una de las dos naves que operan en el espacio interestelar; la otra es su gemela, la Voyager 2, que abandonó la Tierra 16 días antes que la Voyager 1 en 1977. Según la NASA, la Voyager I es el objeto más distante jamás creado por el hombre. En enero de 2024, la nave estaba a unos 24.000 millones de kilómetros de la Tierra y se movía a una velocidad de unos 60.000 kilómetros por hora en relación con el Sol.
En noviembre, la sonda espacial Voyager 1 de la NASA perdió su capacidad de enviar datos de telemetría a los ingenieros de vuelo aquí en la Tierra. Sin él, la investigación y la agencia a cargo de ella están esencialmente volando a ciegas.
En febrero, la NASA dijo que el problema estaba relacionado con los subsistemas de datos de vuelo de la nave (FDS), que es responsable de recopilar datos de cada uno de los instrumentos científicos de la sonda y agruparlos en un paquete ordenado para su transmisión de regreso a la Tierra. Una vez agrupado, el paquete de datos pasa a la unidad de modulación de telemetría y a un transmisor de radio para el largo viaje a casa.
El equipo pensó que podría estar lidiando con un problema causado por una memoria corrupta dentro del FDS. Para probar la teoría, la NASA envió un comando de «empuje» que provocó que la Voyager I transmitiera una lectura de la memoria del FDS. Armada con estos datos, la NASA pudo determinar que aproximadamente el tres por ciento de la memoria FDS está corrupta y es la causa principal de los problemas de la Voyager.
La NASA dijo en una actualización reciente que los miembros del equipo sospechan que un solo chip está defectuoso, aunque los ingenieros no están seguros de qué causó que fallara. Una posibilidad es que haya sido golpeado por una «partícula energética» del espacio. Opcionalmente, es posible que el chip simplemente se haya desgastado después de 46 años de servicio.
La buena noticia es que los ingenieros son optimistas de que podrán encontrar una manera de evitar la memoria defectuosa y hacer que el FDS vuelva a funcionar normalmente, permitiendo así que la sonda reanude el envío de datos científicos y de ingeniería a la Tierra. Sin embargo, podrían pasar semanas o incluso meses, advirtió la NASA.