En los Estados Unidos, las diversas reglas y regulaciones que determinan cuánto puede pesar y medir legalmente un camión pueden variar un poco de un estado a otro. Sin embargo, en su mayor parte, estas leyes son bastante acomodaticias. Un solo camión con tres o más ejes, por ejemplo, debe pesar menos de 80.000 libras y tener un ancho inferior a 8,5 pies. Eso es peso y espacio más que suficiente para transportar cargas gigantes por todo el país.
En Europa, por el contrario, las leyes sobre transporte por carretera son mucho más estrictas. Los camiones que circulan en los países miembros de la UE no pueden medir más de 18,75 metros de largo (aproximadamente 61 pies). Debido a esta restricción de tamaño, los camiones europeos deben reducir el tamaño siempre que sea posible para acomodar la máxima carga de transporte posible. La respuesta obvia, entonces, es cortar parte de la carrocería del camión y guardar la longitud sobrante para el remolque. Por tanto, nos quedamos con camiones de cara plana.