La investigación y el desarrollo del Grumman F9F Panther no transcurrieron tan bien como esperaban la Armada o Northrop Grumman. El fabricante de aviones obtuvo el contrato para desarrollar un avión a reacción capaz de despegar y aterrizar en un portaaviones en abril de 1946, pero no sería hasta diciembre de 1949 cuando el primer F9F Panther alzaría el vuelo.
Inicialmente, el contrato adjudicado a Northrop Grumman era para la producción de un caza llamado G-75, que luego fue designado XF9F-1. El avión era un caza nocturno biplaza con motores turborreactores montados en las alas. A mediados de la década de 1940, se necesitaban cuatro motores en total debido a la potencia comparativamente débil de los motores a reacción, mientras los ingenieros probaban diferentes configuraciones con la nueva tecnología.
Con el tiempo, un cambio en el proyecto llevaría a Northrop Grumman a modificar el programa para desarrollar un caza diurno monoplaza y de un solo jet. Para ello, la compañía equiparía los aviones con motores a reacción Rolls-Royce Nene capaces de generar 5.000 libras de empuje. Esta nueva variación ahora ostentaba la designación de XF9F-2 y realizaría su primer vuelo el 21 de noviembre de 1947.
Poco después, los ingenieros reemplazarían el motor Nene con una versión de mayor empuje del motor Alison J33 en la versión F9F-4 del avión, y finalmente con la variación Pratt & Whitney J48 del motor Rolls-Royce Tay, que se convertiría en el F9F-5, la designación final del Panther.