El ejército estadounidense está cambiando su flota de aviones de reconocimiento propulsados por hélices de la Guerra Fría por otros basados en un jet de negocios. En virtud de un nuevo contrato, el Ejército está comprando un avión a reacción Global 6500 de Bombardier con opciones para dos más para prototipos de desarrollo.
Los ejércitos modernos dependen en gran medida del reconocimiento aéreo para llevar a cabo sus misiones, pero el ejército estadounidense está atrapado en un dilema demasiado familiar. Mientras que otras plataformas tecnológicas han avanzado a pasos agigantados, el Ejército todavía depende del Beechcraft RC-12 Guardrail a pesar de que el avión de hélice bimotor adornado con antenas ha estado en servicio desde 1983.
Como parte de su programa Sistema de Explotación y Detección de Alta Precisión (HADES), el Ejército quiere reemplazar el Guardrail con algo más actualizado y, por primera vez, quiere utilizar un avión comercial como nueva plataforma.
Pruebas anteriores han demostrado que al utilizar estos aviones, el Ejército tendrá un avión que puede volar más alto, más rápido y con mayor alcance y resistencia que el Guardrail, que sólo puede permanecer en el aire durante unas seis horas, con mayor comodidad para la tripulación y una cabina más tranquila. Esto significa que no será necesario asegurar una gran cantidad de áreas de aterrizaje cerca de posibles puntos críticos. En cambio, el Ejército sólo necesitará una ubicación de despliegue avanzado en una región.
Además, los nuevos prototipos de HADES tendrán sensores y electrónica de última generación para operaciones de detección profunda que pueden respaldar misiones multidominio que se están volviendo cada vez más comunes en el campo de batalla en red actual. La nueva electrónica se puede adaptar a áreas y misiones particulares. También pueden cubrir una gama más amplia de anchos de banda, lo que permite a los comandantes escuchar a escondidas las comunicaciones de sus homólogos.
Según el Ejército, el primero de los Demostradores de Tecnología Aérea (ATD) se entregará en octubre en virtud de un contrato de precio fijo con Bombardier Defense. Estos proporcionarán rendimiento de plataforma, integración de sensores, rendimiento de sensores y distribución de datos para el Ejército, además de permitir al personal comprender mejor el potencial del nuevo avión de reconocimiento.
Si todo va según lo previsto, el primer avión en servicio se desplegará en 2027, con una flota de 14 eventualmente distribuida por todo el mundo.
«HADES brindará al Ejército mayor alcance, velocidad, resistencia y profundidad ISR aérea», dijo el coronel Joe S. Minor, director de proyecto para aviones de ala fija del Ejército. «HADES operará a altitudes más altas que las plataformas turbohélice heredadas. Altitudes más altas equivalen a la capacidad de detectar áreas de interés a mayor distancia y de manera más persistente. La detección profunda es el imperativo operativo número uno del Ejército para el Ejército de 2030».
Fuente: Ejercítio EE.UU